¿Se ha dado cuenta cómo crece una parra enroscándose
en un enrejado? Los brotes nuevos y verdes son fáciles de
desenroscar y orientar en otra dirección.
Pero las ramas de más tiempo, ya algo duras y secas, son más difíciles de dirigir. Lleva tiempo y energía quitarlas de donde están, y a veces no se logra sin sacrificio y alguna pérdida.
Así son los malos hábitos, como una parra enroscada en un enrejado. Cuanto antes los corrijamos, más fácil resultará.
Pero los viejos, aquellos que llevan años en nuestra vida, son difíciles de enmendar, y a veces esto no se puede hacer sin dolor y sacrificio.